La siembra
No es lo mismo una alcachofa producida en tu huerto ecológico que una industrial. Verás que las tuyas son robustas y de gran tamaño. Tentadoras como pocas. Pero para lograr estos resultados debes tener en cuenta algunas cuestiones:
Un clima que tenga temperaturas diurnas de 24º C y nocturnas de 13º C debido a que se trata de un cultivo de invierno. Evita las heladas las temperaturas por debajo de -3,8º C pues entonces corre peligro la cosecha. El frío favorece la floración, proceso más conocido como “vernalización”.
El suelo es un punto importante a la hora de cultivar alcachofas ya que la alcachofa tiene un sistema radicular fuerte y profundo. Si bien esto permite que puedan adaptarse a distintos tipos de suelos, crecen mejor en aquellos que son profundos, arenosos, fértiles y bien drenados. Evita los suelos ligeros con excesivo drenaje y poca conservación de la humedad pero al mismo tiempo verifica que el terreno no retenga un exceso de humedad. Por otra parte, se adapta a los suelos ligeramente alcalinos.
Antes de sembrar, prepara el suelo de forma correcta, realizando labores para airearlo. Puedes cultivar por semilla o por hijuelos o almácigos. En el primero caso, la cosecha es anual y los frutos son más resistentes durante su madurez. El proceso es sencillo pues hay que plantar dos o tres semillas en la tierra, cada dos centímetros, en líneas con espacio de 60 a 90 cm. Para sembrar por hijuelos debes tomarlos de las plantas madres entre febrero y marzo, seleccionando los más robustos. Luego hay que recortar sus hojas y raíces y plantarlos en viveros, en líneas separadas entre sí de 8 a 10 cm. El proceso es igual si siembras por esquejes. Evita plantar los plantones a gran profundidad para que no se pudran con el riego.
El riego
Riega con frecuencia tus alcachofas durante el período de crecimiento de la planta. Lo primero es regarla durante la plantación para que la humedad permita que la planta arraigue bien. Cuando la planta está en su madurez, riega en forma continua.
Plagas y enfermedades
Al cultivar alcachofas tendrás el acecho de las siguientes plagas y enfermedades:
- Pulgón: son varios y suelen aparecer si se abusa del riego y de los abonados ricos en nitrógeno.
- Gusano barrenador: sus larvas penetran por las nerviaciones de las hojas y realizan galerías en los tallos hasta llegar al sistema rizomático.
- Taladro de la alcachofa: las orugas se alimentan de la epidermis superior de las hojas, después excavan galerías en tallos y cabezuelas.
- Mildiu: esta enfermedad recubre la cara inferior de las hojas y aparece sobre todo en climas húmedos.
- Ramularia cynarae: un hongo que recubre las hojas con manchas color gris.
- Grasa de la alcachofa: provoca manchas aceitosas en las brácteas de las cabezuelas.
La poda
Para que tus alcachofas tengan buen aspecto, hay que eliminar las malas hierbas realizando escardas. Por otra parte, habrá que quitar aquellas plántulas que no han arraigado bien en el terreno tras el riego de plantación.
Luego del primer año de recolección, se realiza una poda cuando la planta ésta empezado a secarse para favorecer el desarrollo de los hijuelos que garantizan la producción del año siguiente.
La cosecha
La recolección comienza en octubre y puede continuar durante todo el invierno, llegando inclusive hasta mayo o junio. Durante este largo período se cosechará en dos etapas: en la primera se recolectan el 25-35% de la producción y en la segunda entre el 65 y 75%.
Es curioso pero la yema comestible de la alcachofa, compuesta por un cono de brácteas (las hojas del fruto), se cosecha cuando está en una etapa inmadura, seleccionándose cada ejemplar de acuerdo a su tamaño y densidad. Algunos indicadores de que están listas para ser cosechadas es cuando las yemas lucen compactas y bien formadas, de un color verde típico, con un corte de tallo liso y uniforme. Cuando las yemas están demasiado maduras las brácteas adquieren un tono parduzco, y son duras y fibrosas mientras que los centros se vuelven peludos, de un color rosado a morado.
Consejos imprescindibles
Puedes leer los siguientes datos para que tu cultivo de alcachofas sea exitoso:
– Si cultivas alcachofas en climas cálidos y secos las hojas del fruto tienden a abrirse rápidamente destruyendo la ternura de la parte comestible y la consistencia del fruto. ¿El resultado? Alcachofas amargas y poco atractivas.
– Si hace mucho frío, las alcachofas se ampollan y lucen poco atractivas aunque no se daña la calidad del fruto.
– Es bueno saber que las alcachofas necesitan menos fertilizantes que la mayoría de los cultivos hortícola para obtener gran rendimiento. Sin embargo, para lograr el máximo rendimiento se abona con estiércol, nitrógeno, fósforo y potasio.